Para mamá...
Felicidades,
y bienvenida al túnel del tiempo...
Un niño nace
en una habitación cualquiera del hospital San Agustín. Una bolita rubia, que
termina reposando en tus brazos. Casi 19 años después, aquél niño que solo
lloraba sin cesar, quiere agradecerte, en un día como hoy, todo lo que has
hecho por él a lo largo de todo este tiempo, por haber estado siempre a su
lado, sin haberte perdido ni un sólo momento de su vida hasta ahora.
Durante 15
años, has permanecido sola, junto a mí, esperando el día que pudiera volar solo;
y ahora mamá, he aprendido a volar. Durante ese proceso, hemos crecido juntos.
Hemos compartido alegrías y penas, sonrisas y lágrimas. Y por todo esto, quiero
agradecerte cada una de las cosas que has hecho por mí:
Gracias
mamá, por enseñarme que en la vida, aunque tropiece, entre la multitud siempre
habrá una mano dispuesta a ayudarme a seguir adelante; la tuya.
Gracias
mamá, por mostrarme tan buenos valores como el compromiso, la sinceridad o el
cariño.
Gracias
mamá, por compartir conmigo tu vida, por dar todos tus recursos para que yo
algún día pueda darle a alguien el mismo regalo que tú me has dado, y que aún
hoy conservo en mi corazón, el regalo de la vida.
Por esas
tardes de domingo que pasábamos juntos en cualquier parque, por compartir
conmigo tus sentimientos y dejar que yo lo hiciese con los míos, por ir a
llevarme y a recogerme a todas partes, ya brillase el sol, lloviese o nevase,
por esas tardes interminables ayudándome a preparar los exámenes de todas y
cada una de las asignaturas...
Porque tú,
mamá, con todas estas, y con muchísimas más cosas, has hecho de mí alguien de
provecho; y lo más importante, lo has conseguido sola. Porque si ya tiene
mérito el haber conseguido lo que tú has conseguido, aún más lo tiene el
haberlo hecho sin ayuda.
Te quiero
|